Quizás perdí un quizá
Flores en mi almohada que se abren de noche y en vez de pétalos tienen caras; una cara; tu cara. Flores de cabellos olvidados, regalados a la pasión, como un tributo a mi cama.
Es la dulce contribución que haces, tu sudor en mis sábanas, esa es la parte salada. Pestañas en mi recuerdo, persianas que tapan los transparentes cristales de tus ventanas; aliñadas con suavizante que se me pega al cuerpo, que me abraza y me hace esclavo de su fragancia.
Así yaces acurrucada en el vacío rincón de mi lecho, grabada tu silueta a fuego, a agua, a flor en un recuerdo tan vivo como el olor de mi almohada.
4 Comments:
es lo más bonito que he leido en varias semanas. gracias por materializar con palabras ese tipo de recuerdos, para que no se pierdan entre otros.
Hay recuerdos grabados a fuego en mi mente. Gracias a ti.
Determinados instantes deberían permanecer indelebles en las sábanas y la retina. Hay paisajes irrepetibles que caben en cuatro paredes y una cama de 1'05.
ojala todos oudieramos expresarnos asi y materializar de esa manera nuestra experiencias.muchas gracias
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