12 agosto 2005

Vidadá


Partía con tanto cuidado los huevos para hacer tortilla… Tanto que tiraba la cáscara a la basura intacta. Todo lo que hacía era arte, suave, cuidadoso, meciendo a un niño en su pincel. Sus partes eran integradas en un todo como si siempre hubiesen formado parte de él. Y al fondo, el mar, eclipsado por una mentira que se decía verdad, a la que media humanidad se aferraba en su naufragio de identidad aliterada, dadaístamente dejada en los dedos del dorado deseo de ser Dios.
Hombres buenos. Desnudos ante sí mismos se miraban al espejo y se buscaban las virtudes como si fuesen besos robados de los labios de un suceso largo; los vicios como cicatrices dejadas por una amarga vida inexistente de firme contradicción perpetua.
Le sobraban adjetivos, adverbios, pronombres, nombres y verbos vertidos en cuencos de un lenguaje invisible pero metafísicamente existente.
Y así, cambió el tiempo.

8 Comments:

Blogger Jean Georges said...

El tiempo ya no cambia. Ya no. Sólo se estira como chicle para tomar impulso y llegar con fuerza. Entonces nos destroza la cara con su furia nueva.

Ey, no tenías ventana en Ganímedes, ahora sí. Perdón por la demora.

12 agosto, 2005 20:55  
Blogger Unknown said...

Colgarse con algo, por más intrascendente que parezca y verlo como un gran acontecimiento, es excelente. Esa es la única forma de disfrutar de algo todos los días y así generar momentos de felicidad.
Gracias por tus visitas ;)

12 agosto, 2005 21:46  
Blogger .::PaLoMa::. said...

El tiempo me condena, y odio que me maneje de forma tan vil como lo hace....
Gracias por tus comentarios en mi blog..un abrazo!
.::PaLoMa::.

14 agosto, 2005 22:46  
Blogger E said...

Y se puede cambiar el tiempo, y moldearlo y darle forma, y pararlo y hacerlo correr otra vez, y mimarlo para que se ponga de nuestro lado.

Besos de festival en algun punto al norte de vuestra cabeza

15 agosto, 2005 05:03  
Anonymous Anónimo said...

"La mente es una especie de teatro... No existe en ella con propiedad ni simplicidad en un tiempo, ni identidad a lo largo de momentos diferentes, sea cual sea esa inclinacion natural que nos lleve a imaginar esa simplicidad e identidad.
La memoria y la imaginación crean en nosotros la ILUSIÓN de un objeto continuo y persistente: nuestro yo.
Hume nos propone examinar si cuando miramos al interior de nuestra mente encontramos algo permanente y algo firme (en contraposición a la opinión de Descartes)...
El YO Humeano, el tú de aquel momento, el yo de éste... jajajaja
Muaka!

15 agosto, 2005 14:16  
Blogger Fer said...

Ah Heraclito, viejo hipocrita!!! Como engañaste a toda la humanidad con tus mentiras sobre el rio y el tiempo. Al final era Parmenides quien tenia razon...
Pero nada de eso importa ya, el continua partiendo los huevos con suma precaucion...

16 agosto, 2005 00:41  
Blogger Ligustrino Campana said...

Al pasar apretamos una naranja putrefacta y la exprimimos fuerte como el seno caído de una vieja ramera. O algo así decía el pinche Baudelaire.

16 agosto, 2005 05:15  
Blogger kay said...

y este verano mi tiempo ha pasado a veces en vano, y a veces sangrando. así que imagino que a mi no me sobran los adjetivos, ni los pronombres... me sobran los nombres y me faltan palabras que ya no quiero pronunciar para no gafar más el universo que a días ha terminado por aplastarme. a días, dos días solamente. suficiente para renunciar y nunca nunca más volver a sentir que todas las palabras se derriten como helados italianos

28 agosto, 2005 18:45  

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